martes, 29 de junio de 2010

Albarracín


Junio 2010.

viernes, 18 de junio de 2010

Se apagó una luz

Vuelve a ser viernes, pero hoy no tengo alma de viernes.
Venía dispuesta a descargar mi espíritu agotado en este pequeño espacio de desahogo, en este blog que leeis sólo unos pocos pero que me vale para sentirme un poquito más parte del mundo.
Venía conduciendo y pensando en la cantidad de vagos que hay en este pais, que cobran millonadas por trabajos mal hechos y que requieren una mínima preparación. Y es que aquí nadie espera que hagas las cosas bien... para qué? porqué vas a hacerlo bien si cobras lo mismo haciéndolo menos bien. El caso es ser el más pillo, y punto.
Venía pensando en que me equivoqué de profesión, quería ser restauradora de obras de arte y tengo que limitarme a hacer lo que me dejan, siempre por falta de tiempo, de ganas, y por supuesto, de dinero.
Y por la gran falta de comprensión por parte de clientes y pagadores. Porque no tienen ni idea del trabajo que da una buena restauración, porque todo tiene que estar para ayer, porque qué mas dá cómo quede, el caso es que esté a tiempo en su sitio y así poder vanagloriarse de lo generosos que son invirtiendo el dinero (nunca suficiente) en su restauración. Y la obra de arte? debería ser lo primero y nunca lo es. Lo primero es el puto dinero (y no voy a pedir perdón por el taco), el quedar bien, el aparentar, hacerle bien la pelota a los que mandan por si acaso. En fin, qué os voy a contar? Hoy estoy un poco frustrada.
Y venía pensando en todo esto mientras conducía, y dispuesta a descargar mi rabia contra las teclas... pero de repente se apagó una luz, mientras la radio me anunciaba que ha muerto Saramago.
Y todo lo dicho, y antes pensado, perdió valor.
Y entonces sí encontré un motivo para aporrear las teclas.
Pero me quedé sin palabras.
Se ha ido un gran hombre, un gran pensador, un gran escritor, un premio Nobel, un luchador, un ejemplo.
Hoy el mundo ha perdido.
D.E.P.

jueves, 17 de junio de 2010

Vuelvo a Albarracín


Dicen que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver, no? bueno, pues yo vuelvo. Y hombre, no es que fuera feliz, pero me lo pasé muy bien la primera vez que fui.
Albarracín es un pueblo precioso de la provincia de Teruel, le llaman "el pueblo más bonito de España". La verdad es que es un lugar diferente, de apenas 1000 habitantes, pero donde se han afanado por rehabilitar el casco histórico y conservarlo no sólo para el turista, sino para el disfrute de los propios habitantes.
Y en este pueblecito encantador se celebran los mejores cursos de restauración de España a mi modo de entender: tres semanas de conocimiento teórico y práctico para seguir mejorando en lo mío, que es esto de restaurar. Y de paso me daré una vuelta por Teruel, comeré unas tostas de la Tusta (si sigue abierto), las mejores tostas del mundo mundial, por cierto, les haré una foto para mostrároslas, me tomaré unas claritas en el Molino del Gato, haré fotos estupendas... y aprenderé un montón, espero, sobre cómo restaurar pinturas murales.

jueves, 10 de junio de 2010

Nueve globos giran bajo el sol...

"Danglard se puso a pasear por su despacho, y volvió a pensar que el sol, esa jodida estrella, explotaría dentro de cuatro o cinco mil millones de años, y no entendía por qué esa explosión le producía siempre pensamientos tan negros. Habría dado su vida para que el sol se mantuviera tranquilo dentro de cinco mil millones de años"

Cada vez me gustan más los personajes de Fred Vargas. Se comen el tarro de esta manera, ya veis, y de muchas otras... Pero esta me devolvió a la infancia. Os cuento:

Siempre me ha gustado lo de saber cosas, las ciencias naturales me gustaban, especialmente todo aquello que tenía que ver con tierra, sol, sistema solar, nueve planetas (nueve globos giran bajo el sol, y en el tercero segun subes vivo yo) que ahora resulta que ya no son nueve, sino ocho: Plutón ha perdido su privilegiado estatus de planeta de hielo, pasando a ser planeta enano. Pero cuando yo era infante eran nueve. Y toda esta afición se vio colmada cuando nos regalaron a mi hermana y a mi el Gran Libro de Preguntas y Respuestas de Carlitos

Bueno, con él aprendí grandes cosas, tenía respuesta para todo, sobre todo aquello relacionado con la naturaleza, el espacio, los viajes del Apolo, las estrellas... Carlitos me enseñó todo lo que el ser humano (occidental y católico) tardó 1600 años en descubrir, y muchos más en reconocer: la teoría heliocéntrica.

Y con ella también me contaron lo de que el sol es una estrella, y como todas las estrellas, acabará explotando y muriendo, y será el final de la vida en la Tierra: Esta se enfriará y se convertirá en un Plutón de hielo, pero menos enano.
Imaginaos mi miedo infantil a que una mañana el sol no apareciera por el horizonte. No podía ni pensarlo, me daba un miedo atroz, lo consideraba algo próximo en el tiempo, que me tocaría vivir algun dia, sin remedio.
Y entonces pensaba en cómo iba a hacer para no morir de frío. Imaginaba a mi madre viniendo a mi cama a arroparme para no pasar frío, y no quería que eso ocurriese. En mis fantasías infantiles era yo la que por una vez arropaba a mi madre para que no tuviera frío, y yo ya me las arreglaría.
Era una niña, no tenía ni idea de la realidad, pero para mi mi madre era lo más grande y lo más valioso que tenía, y sentía la necesidad de protegerlo "cuando se apagara el sol".
Yo tambien "habría dado la vida para que el sol se mantuviera tranquilo" por muchos años.
Besos mamá!

viernes, 4 de junio de 2010

VIERNES

Sé que quiero escibir algo, que me lo pide el cuerpo, pero qué? hoy es uno de esos dias en los que disfrutas sólo sabiendo que es viernes. Llegas del trabajo y el chip se apaga y quedan por delante dos maravillosos días y medio de "vida", auténtica y genuina. Porque el plan es completito para el fin de semana: el vinito y el pincho de terraceo para hoy. Las calles se llenan de gente y con un albariño fresquito entre las manos te das cuenta de repente de que nada te puede quitar la sonrisa. Una ración de familia, sol y campo relajante para el sábado. Y más campo relajante, esta vez con amigos para el domingo. Qué más se puede pedir? Bueno, algo más: que no llueva. Florenci Rey dijo esta mañana que el sábado podría caer algun chubasco, pero no me fio un pelo, no dan una. Y a Pemán no le consulté. Confiemos...
Porque los viernes son el mejor dia de la semana sin ningun tipo de duda. Parece que de repente el tiempo se estira hasta el infinito, y 48 horas se convierten en milagro.
Y dejas de mirar el reloj.
Y duermes a pata suelta.
Y el sábado desayunas acompañada de alguien más que Francino por el altavoz!
Y quedas hasta tarde despierta, en la tele, en el ordenador o leyendo, y antes de acostarte te asomas a la ventana y ....sssssshhhh! silencio absoluto, ruidos a lo lejos, un coche que pasa y hace eco en el silencio de la calle.
Lees hasta tarde, escurriéndote entre las sábanas hasta que te pican los ojos.

Porque el verdadero lujo es tener tiempo para hacer lo que quieres, no?
Me encantan los viernes!

miércoles, 2 de junio de 2010

François Fleury-Richard 1777-1852

Descubrí a este pintor en este último y maravilloso viaje a Paris del que os hablé hace poco. Y el milagro es haberlo descubierto en medio de la inmensidad del Louvre. Pero estaba allí su "Caperucita Roja" para sorprendernos.

Pertenece a la Escuela de Lyon, aunque su primera formación fue junto al magnífico Jacques-Louis David, de quien el Louvre guarda inmensos y magníficos cuadros, y al que dedicaré otro post completito en algun momento. A Fleury, como a muchos pintores de la época, le atraía la historia medieval, las historias de caballeros y el mundo renacentista, y pintó cuadros como este o este que hicieron que se le considere precursor del Simbolismo.
Pero de todos ellos me quedo con este de Caperucita, de 1820. Tradición oral que Perrault recogió e incluyó en un volumen de cuentos (1697), en el que destacaba sobre los otros por ser, más que un cuento, una leyenda bastante cruel, destinada a prevenir a las niñas de encuentros con desconocidos. En 1812, los hermanos Grimm retomaron el cuento, y escribieron una nueva versión, que fue la que hizo que Caperucita fuera conocida casi universalmente, que, aún hoy en día, es la más leída, y que por supuesto, tiene un final feliz.